viernes, 30 de diciembre de 2016

Día 2- De casa en casa

Amanece un día nuevo en Tesalónica acompañado de un preciado Sol que mengua la sensación de frío propia de estas fechas.

Caminamos unos quince o veinte minutos hasta la parada del autobús, hoy las dos solas, Filipa acudirá con Andrea más tarde a Sinatex. Las dos, junto con la madre de Andrea, que llegó ayer de España, han estado durante la mañana en una concentración en el centro de la ciudad para pedir la puesta en libertad de dos compañeros/as vascos/as, Begoña y Mikel, quienes fueron detenidos/as el día 28 en el puerto de Igoumenitsa, Grecia, acusados/as de tráfico de personas por intentar sacar del país a ocho personas refugiadas. A lo largo del día han sido puestos/as en libertad bajo fianza. Os linkamos más información sobre la motivación de estos activistas a la hora de exponerse a tal riesgo, os recomendamos que leáis su historia. http://www.pikaramagazine.com/2016/12/dos-activistas-vascas-detenidas-en-grecia-cuando-intentaban-trasladar-a-un-grupo-de-refugiados-desde-grecia/


Volviendo al comienzo del día, llegamos al campo a eso de las 11:30. Han cambiado mucho las costumbres y hábitos. Los niños no vienen a saludarnos en cuanto llegamos porque no hay nadie en la calle. A la entrada al campo tampoco hay a penas movimiento, solo unos pocos “madrugadores”. Le han cogido el gustito al calor de sus nuevas paredes y aprovechan para dormir más. ¡Bien que hacen!, sino después el día se les hace muy largo, al no poder estar en la calle. 

Pasillo central de Sinatex

Hemos cogido algo de material de los baúles de la antigua escuela para hacer unos carteles anunciando un par de las varias actividades que pensamos ayer. La primera será mañana. Les hemos propuesto una andada subiendo una montaña que hay detrás del campo, que pensamos que ofrecerá unas buenas vistas y un rato de esparcimiento. Más a unos que a otros les ha interesado la idea, pero parece que iremos un buen número de personas. La otra actividad programada la comenzaremos el próximo lunes, en este caso destinada a los adolescentes del campo. En alguna ocasión han realizado grabaciones de ficción con otras organizaciones y el tema les sigue motivando, así que a por ello. El lunes lluvia de ideas y a crear una pequeña historia que ellos mismos dirigirán y actuarán.

Otras actividades que nos gustaría realizar serán establecer un espacio para las mujeres para que puedan relajarse, ya que todas las cargas familiares siguen recayendo sobre ellas. Hemos notado en alguna, que el paso de los meses les está afectando incluso físicamente. Estar las 24 horas del día pegadas a sus hijos, tener que cocinar para toda la familia y lavarles la ropa al mismo tiempo que se lidia con la situación del campo termina por ser tremendamente estresante para todas. Ellos pueden estar todo el día jugando a cartas sin levantarse de la silla. Consideramos muy importante conseguir un tiempo solo para ellas. Durante el rato que ellas estén disfrutando del tiempo libre, nosotras nos quedaremos con los niños, o al menos esa es la intención.

También estamos empezando a idear habilitar un espacio “tienda”, en el que con ropa de los Warehouse, incluida la recolecta que llevamos a cabo en Zaragoza, puedan acudir y elegir prendas de abrigo que necesiten y con las que se sientan a gusto, ya que la mayoría de veces se ven obligados a vestir con lo primero que les llega a las manos. Un derecho tan simple como el cómo vestir.

Nos volcaremos en llevar a cabo estas actividades a partir de la semana que viene, tendremos mucho tajo por delante.

Hoy sin embargo, el día ha ido fluyendo conversación tras conversación. Ayer nos quedamos con ganas de saludar a mucha gente, así que hoy hemos seguido concentrándonos en ello.

Mientras estábamos haciendo los carteles, nos encontramos con Imad. Una de esas personas que consideramos piezas clave en la sociedad de Sinatex. Es el médico.
Tras charlar un rato en la calle, nos invita a un té en su morada. Conversamos un buen rato con él. Da gusto poder preguntar todo lo que se nos viene a la mente y que no sienta tabúes a la hora de expresarse. Hablamos sobre Siria, sobre el campo, sobre su futuro, sobre sus intentos de búsqueda de una vida mejor, sobre la aceptación (o más bien, no aceptación) de Europa... Una charla intensa.

Imad y Aziz nos acogen en su hogar

Ya con los vasos terminados, llegan las compañeras y nos ponemos un poco al día, ya que por fin, después de llevar unos días comunicándonos con ella por teléfono, conocemos en persona a Andrea. Determinamos que finalmente para Noche Vieja no podremos hacer la celebración que nos hubiese gustado. Imad nos aconseja que no es buena idea hacerlo estando varias familias guardando luto. Así que aplazaremos la celebración del Año Nuevo para la semana que viene.

Asamblea de majaras

Después hemos seguido visitando casitas durante todo el día prácticamente. Visitas previstas y otras que nos van ofreciendo, las cuales no podemos negar.

Entre una y otra sacamos un rato para reunirnos con Rashid, un chico de catorce años tremendamente especial. Su situación es muy complicada,se trata de un menor no acompañado del que se ha hecho cargo una de las familias del campo. Sus experiencias, junto con su talento y sensibilidad, le hacen creador de dibujos verdaderamente significativos e impactantes, fuera de lo común entre cualquier niño de su edad. Junto con Filipa, especializada en Bellas Artes, se nos ocurre incentivar su talento con un posible proyecto. Mejor os contamos más de aquí en adelante, pero adelantamos que posiblemente podáis ver las obras de este joven artista.

Uno de los dibujos de Rashid

Ya al final de la tarde somos invitadas a la cena de las mujeres, continuando con el luto que os contamos ayer. Después nos reclutan otro grupo de mujeres que precisamente, se encuentran cocinando para mañana porque hoy fallecido uno de sus familiares. Las pérdidas están acechando Sinatex durante estas últimas semanas, pero la verdad es que parece que las aceptan con ánimo, como algo parte de la vida, lo que es al fin y al cabo.

Toca ya irse despidiendo. Nuestros coleguitas Victor y Alan nos acompañan a la parada del bus. No se marchan hasta que nos subimos, se muestran muy protectores con nosotras, algo que agradecemos pese a que les insistimos en que no es necesario que pasen frío y salgan del calor del campo.

Ya en casa, ultimando preparativos para mañana. Nuestra familia más allegada nos ha invitado a cenar y a dormir. Tenemos muchas ganas de pasar la primera noche de 2017 con ellos, así que invitación aceptada.

Nos despedimos entonces hasta pasado mañana. Feliz Año para todos, de todo corazón.


Cocina comunitaria

Zapatero comunitario, aquí todo se comparte!

Puro amor

Recordando al equipo


 

jueves, 29 de diciembre de 2016

Día 1- El regreso

Amanecemos en nuestro hogar de Tesalónica, esta vez sólo para dos, nerviosas, emocionadas y felices, sabiendo que vamos a reencontrarnos con la gente que ha marcado nuestro año.

Pasamos a recoger a Filipa, una voluntaria portuguesa que lleva en Sinatex una semana, y que junto a Andrea, a quién todavía no conocemos en persona, y junto a Alex, continúan con el proyecto independiente en el campo.

Durante el largo viaje en autobús, Filipa nos pone al día de las novedades del campo, le contamos nuestra experiencia del verano y nos empezamos a conocer, sintiendo desde el principio que tenemos ideas y maneras de enfocar el proyecto, comunes.

Al acercarnos al campo, y ver Sinatex a lo lejos, desde la carretera, la emoción aumenta al ritmo de nuestros pasos. En ese momento, no podemos evitar pensar en cuánto nos gustaría poder compartir ese instante con el resto de nuestro equipo. Ese sentimiento nos acompaña durante el resto del día. We miss you my friends!

Al entrar a Sinatex, como el clima no acompaña, apenas hay gente en el exterior, lo cuál nos concede el tiempo necesario para cada reencuentro. Sus caras de sorpresa, seguidas de grandes abrazos. Se acuerdan perfectamente de nosotras, de nuestros nombres. Despues del “How are you my friend?” viene “Where is Raul?Where is Sara? Where is Javi?Where is Nerea? Why not coming?”.

Los más jóvenes, corren al interior a dar la noticia de nuestra llegada, y la gente poco a poco se acerca a recibirnos, y otros tantos, siguen con las caras de sorpresa. Nos alegra mucho que nuestra llegada a Sinatex sea una día feliz para ellos. Algunos reencuentros son realmente especiales y emotivos para nosotras y ellos/as.

Entramos a Sinatex y vemos que es un campo totalmente distinto. Nuestro mayor temor durante estos meses ha sidoque siguieran en las tiendas de campaña, soportando el frío de esta zona, y nos encontramos con unas instalaciones renovadas.
Hace quince días se han construído unas habitaciones de madera, tienen nuevos colchones para todos y calefactores. Todo el mundo en Sinatex tiene su propio espacio, que más o menos puede asemejarse a un hogar. Independientemente de las mejoras, seguimos creyendo que no es un lugar en el que vivir, ni es lo que se merecen.

Seguimos con los saludos a las distintas familias, con las consiguientes invitaciones a comida y té(madres, tranquilas, estamos bien cuidadas). Aprovechamos para hablar con ellos/as sobre estos meses, sobre cómo se encuentran y para que nos cuenten lo que les apetece hacer durante estos días con nosotras. Percibimos que su ánimo está un poco estancado. A diferencia del verano, cuando tenían mayores expectativas de su posible reubicación en otro país de acogida, creemos que han aceptado que esa va a ser su casa durante una larga temporada.

Después del almuerzo con nuestra madre siria, vamos a visitar la nueva escuela. Debido al frío, era imposible seguir dando las clases en las tiendas del exterior, y hace un tiempo se habilitó un sótano inutilizado a modo de clase. El mobiliario y la infraestructura siguen siendo precarios, pero se asemeja al concepto de aula.

Acompañamos a Filipa en su clase de inglés para principiantes y colaboramos con ella. Nos sorprende ver algunas caras nuevas. Tras la clase, Alan e Ismael, dos jóvenes a los que no conocíamos, nos invitan a su “hogar”, en el que parece que es la hora de merendar... Nos cuentan que han comenzado hace poco tiempo a participar en las actividades del campo y de la escuela, y que durante el verano pasaban el día en su tienda y no se relacionaban con nadie, se sentían muy desanimados. Cada persona pasa por un proceso de adaptación distinto. Tener que huir de tu casa, pasar una odisea para acabar viviendo en esas condiciones, y además, ser adolescente, no es fácil. Nos alegra ver que, por difícil que sea, todos sacan fuerzas para seguir adelante. No podrían hacerlo sin el apoyo de su familia, algo de lo que quizás nosotros deberíamos aprender.

Nuestros nuevos amigos comparten con nosotras un día de duelo para ellos. Su abuelo ha fallecido. Durante tres días se ha establecido el luto en el campo, que incluye que las mujeres de la familia, cocinen para todo el mundo. Para honrar al fallecido, disfrutan conjuntamente de la cena, eso sí, los hombres por un lado y las mujeres por otro.

Comienza la celebración, y consideramos que es el momento de regresar a casa, y así aprovechamos también para reunirnos con Filipa y organizar, boli en mano, todas las ideas que han ido surgiendo durante el día.

Con poco más que contar, y mucho que procesar, nos despedimos hasta mañana.

Gracias a los que nos estáis leyendo por seguir esta andadura. Y sobre todo GRACIAS a quienes habéis acudido hoy a la proyección del documental “I'm from Syria” en el Joaquín Roncal, que ha colgado el cartel de aforo completo, y donde, la otra parte de este equipo continúa trabajando en la distancia para este proyecto.

PD: Sentimos no poner fotos, con tantas emociones, nos hemos olvidado sacar la cámara.